Los vibradores son algunos de los juguetes sexuales más accesibles del mercado, pero hay tantos tipos de vibradores que incluso un usuario habitual de vibradores puede volverse un poco loco. Desde vibradores de bala hasta el icónico vibrador de conejo, pasando por todos esos vibradores de formas divertidas pero deliciosamente potentes, comprar uno puede resultar abrumador. Afortunadamente, tengo algunos consejos y trucos para ayudarte a reducir las opciones. Primero, mira los materiales. En el caso de los vibradores, conviene que estén fabricados con silicona curada al 100 por ciento con platino. El plástico duro y brillante está bien para las partes que no tocan los genitales, pero la silicona de platino no es porosa, es fácil de limpiar y es segura para el cuerpo. A diferencia de los grados inferiores de silicona, la silicona de platino no emite olores extraños ni compuestos que puedan resultar desagradables o incluso perjudiciales para los genitales. Esto se debe a que es químicamente diferente de otros tipos de silicona. El acero quirúrgico (también llamado acero inoxidable 316) y el vidrio de borosilicato son igualmente seguros para el cuerpo, duraderos y no porosos, pero menos comunes en los vibradores y más comunes en los consoladores. En segundo lugar, mira el cargador con el que viene el vibrador. ¿Es USB-A, USB-C o un adaptador de CA patentado? Intento mantener las cosas simples y ceñirme a los vibradores que se recargan por USB, ya sea con USB-A o USB-C. Es muy fácil perder el cargador, y es reconfortante saber que puedes usar cualquier cable de carga que tengas por ahí. No hay nada peor que un juguete que se muere a mitad de uso. Por último, usa tu nariz. Cuando obtengas tu nuevo vibrador, prueba primero su fuerza de vibración en la punta de tu nariz. Deberías sentir que te hace cosquillas en las fosas nasales y los senos nasales, lo que te dará una idea de qué tan profundo puede estimular tu tejido genital. Recuerda, aproximadamente el 90 por ciento del clítoris no se puede estimular directamente porque está debajo de la piel, por lo que las vibraciones profundas son importantes. Lo mismo ocurre con el falo: el tejido eréctil penetra profundamente en el cuerpo y estimularlo con un vibrador puede proporcionar una experiencia nueva y estimulante.