Tomemos como ejemplo los fuselajes de los 737. En 2005, Boeing redujo los costes vendiendo su planta de fabricación de Witchica a Onex, una firma de capital privado que compra empresas en dificultades, reduce los costes y las revende. Se perdieron años de experiencia y una cultura de priorizar la calidad. Esa planta resurgiría como Spirit AeroSystems, el socio de fabricación externo de Boeing. No se sabe si la supervisión de la garantía de calidad por parte de Boeing hubiera mejorado algo, pero no cabe duda de que los productos de Spirit eran de mala calidad y de segunda categoría bajo un mandato de ahorro de costes. Nunca, jamás, subcontrate el trabajo crítico para la misión. Lo que Boeing solía hacer mejor era ingeniería y fabricación. No sé qué es lo que mejor hace su empresa, pero descuidar su experiencia para reducir los costes es una decisión de tontos.