El tiempo se está agotando para SpaceX para dar un chapuzón con la nave espacial de segunda generación

El cohete de nave espacial de 404 pies de altura (123 metros) y Super Heavy Booster se encuentran en la plataforma de lanzamiento de SpaceX. En primer plano, hay muelles de carga vacíos donde los camiones cisterna entregan propulsores y otros gases al sitio de lanzamiento. Crédito: Stephen Clark/Ars Technica, en cambio, el horario de SpaceX para atrapar y reutilizar naves espaciales, y reabastecer los barcos en órbita, se ha deslizado hasta el próximo año. Un aterrizaje en la luna probablemente esté al menos a varios años de distancia. ¿Y un touchdown en Marte? Tal vez en la década de 2030. Antes de que Starship pueda oler esos hitos, los ingenieros deben hacer que el cohete sobreviva desde el despegue a través de Splashdown. Esto confirmaría los cambios recientes realizados en el trabajo del escudo de calor del barco como se esperaba. Tres vuelos de prueba que intentaban hacer esto terminaron prematuramente en enero, marzo y mayo. Estas fallas impidieron que SpaceX recopile datos en varios diseños de mosaicos diferentes, incluidos aisladores hechos de materiales de cerámica y metálicos, y un mosaico con «enfriamiento activo» para fortalecer la nave mientras vuelve a entrar en la atmósfera. Se supone que el escudo térmico protege la piel de acero inoxidable del cohete de las temperaturas que alcanzan 2.600 ° Fahrenheit (1.430 ° Celsius). Durante los vuelos de prueba del año pasado, funcionó lo suficientemente bien para que Starship se guíe a un salpicadura controlado en el objetivo en el Océano Índico, a mitad del mundo desde el sitio de lanzamiento de SpaceX en Starbase, Texas. Pero el barco perdió algunas de sus mosaicos durante cada vuelo el año pasado, causando daños a la estructura subyacente del barco. Si bien esto no fue lo suficientemente malo como para evitar que el vehículo llegue intacto en el océano, causaría dificultades para restaurar el cohete para otro vuelo. Finalmente, SpaceX quiere atrapar naves espaciales que regresan del espacio con brazos robóticos gigantes en la plataforma de lanzamiento. La visión, según el fundador y CEO de SpaceX, Elon Musk, es recuperar el barco, montarlo rápidamente en otro refuerzo, reabastecerla y lanzarla nuevamente. Si SpaceX puede lograr esto, el barco debe regresar del espacio con su escudo de calor en condiciones de vírgenes. La evidencia de los vuelos de prueba del año pasado mostró que los ingenieros tenían un largo camino por recorrer para que eso sucediera.