Esto significa resistir la llamada de sirena de grandes acuerdos de un solo proveedor a largo plazo. En cambio, busque estrategias que dejen espacio para maniobrar. Las arquitecturas multicloudes, utilizando diferentes proveedores de la nube para diferentes aplicaciones o cargas de trabajo, le permite elegir los mejores servicios para cada trabajo. Los contratos a corto plazo o instancias reservadas pueden ofrecer ahorros sin bloquearlo durante años. Además, vigile de cerca los estándares de la industria y las tecnologías neutrales de proveedores como Kubernetes, contenedores o API abiertas. Estos hacen que sea más fácil mover cargas de trabajo o adoptar nuevos proveedores a medida que sus necesidades evolucionan. Otra ventaja de un enfoque más flexible es que fomenta una cultura de optimización continua. En lugar de tomar una decisión una vez cada pocos años y esperar lo mejor, sus equipos se mantienen enfocados en una mejora constante, siempre preguntando: «¿Podríamos hacer esto más rápido, de manera más segura o más rentable en otro lugar?» Los proveedores saben que su negocio con usted nunca está garantizado, lo que los hace más propensos a proporcionar un valor real año tras año, no solo en el tiempo de renovación. También vale la pena pensar en las «incógnitas desconocidas». Durante los períodos de crecimiento empresarial, cambios regulatorios o eventos inesperados (fusiones, adquisiciones, desinversiones, requisitos de cumplimiento o cambios importantes en el mercado), las organizaciones más exitosas son aquellas que pueden responder rápidamente. Estar atascado con un acuerdo en la nube a largo plazo, sin importar cuán atractivo que una vez pareciera financieramente, puede limitar sus opciones y poner en riesgo su negocio.