Joshua Schulte, un ex empleado de la CIA e ingeniero de software acusado de compartir material con WikiLeaks, fue sentenciado el jueves a 40 años de prisión por el Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos. Schulte fue condenado por delitos como espionaje, piratería informática, desacato al tribunal, declaraciones falsas al FBI y material de abuso sexual infantil, tras condenas decididas en marzo de 2020, julio de 2022 y septiembre de 2023. Además de la pena de prisión, Schulte, que tiene 35 años, fue sentenciado a cadena perpetua bajo supervisión tras su eventual liberación. «El robo de Schulte es la mayor violación de datos en la historia de la CIA, y su transmisión de esa información robada a WikiLeaks es una de las mayores revelaciones no autorizadas de información clasificada en la historia de Estados Unidos», declaró el tribunal. Schulte supuestamente robó los archivos que se conocerían como la filtración del Vault 7 en abril de 2016 mientras trabajaba en el Centro de Inteligencia Cibernética (CCI), una división de la CIA que lleva a cabo operaciones cibernéticas ofensivas. Luego supuestamente transfirió esos archivos a Wikileaks usando herramientas anónimas como el sistema operativo Tails basado en Linux y el navegador Tor antes de borrar y reformatear los discos duros internos de su computadora personal. Los archivos que compartió comenzaron a aparecer en Wikileaks casi un año después, en marzo de 2017. Detallaban cómo la CIA llevaba a cabo la vigilancia de gobiernos extranjeros y supuestas organizaciones terroristas, principalmente mediante piratería informática y tácticas como certificados digitales falsificados. Las acusaciones de material de abuso sexual infantil surgieron después de que el FBI registró la casa de Schulte en marzo de 2017 y afirmó haber encontrado material francamente vil que contaba aproximadamente 3.400 imágenes y videos. Schulte tiene reputación de ser un personaje difícil y su abogado argumentó en su juicio de marzo de 2020 que ser odiado por casi todos en el trabajo lo convertía en un gran chivo expiatorio. Mientras tanto, mientras estaba en la cárcel, supuestamente envió a los periodistas información clasificada y libró lo que llamó una “guerra de información”. Como si Schulte necesitara demostrar aún más lo desagradable que podía ser, en sus comentarios finales se dice que comparó su difícil situación con la de figuras como Nelson Mandela. Estableció paralelos entre las prisiones de Nueva York y Auschwitz, y afirmó haber “sido peor torturado que cualquier otro prisionero en el hemisferio occidental”. “Cualquier comparación con los campos de concentración nazis me resulta ofensiva. Su único delito fue ser judío”, respondió el juez de distrito estadounidense Jesse Furman. El juez Furman, por su parte, afirmó que no era exagerado referirse a los crímenes de Schulte como un “Pearl Harbor digital”, con un impacto en la seguridad nacional medido en más de 300 millones de dólares. ® URL de publicación original: https://go.theregister.com/feed/www.theregister.com/2024/02/02/vault_7_wikileaks_leaker_joshua/
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