La policía de Rumania y España ha asestado un golpe a una sofisticada banda de fraude cibernético que engañó a sus víctimas con millones de dólares mediante anuncios falsos y estafas de compromiso de correo electrónico empresarial (BEC). Las autoridades policiales llevaron a cabo 22 registros domiciliarios en Sibiu y Vâlcea (Rumanía), donde se encontraba la banda, aunque tenía operaciones a nivel internacional, incluida España. Se incautaron de más de 174.000 euros (188.000 dólares) y 41.000 leus rumanos (8.000 dólares) en efectivo, 55 gramos de oro, dispositivos electrónicos, incluidos 135 teléfonos móviles, 29 ordenadores portátiles, cinco tabletas, 23 tarjetas de memoria y 326 tarjetas SIM, entre otros artículos. No está claro dónde fueron arrestados los nueve sospechosos, pero se cree que la pandilla operaba internacionalmente y que la mayoría de sus víctimas se encontraban en España. Lea más sobre el fraude de vacaciones: Los estafadores de vacaciones ganaron £ 7 millones en 2018. Europol afirmó que la pandilla ha ganado millones engañando a las víctimas a través de anuncios falsos de alquileres de vacaciones, automóviles de segunda mano y dispositivos electrónicos. Al parecer, entregaron entre 200 y 10.000 euros por artículos o servicios que no existían. La operación criminal en sí se organizó en tres grupos distintos, cada uno con una función específica. Uno coordinaría las operaciones, el otro sería responsable de publicar anuncios falsos en sitios de phishing y en plataformas genuinas, y el tercero tendría la tarea de lavar las ganancias. La pandilla también incursionó en BEC, utilizando malware para interceptar los correos electrónicos de las víctimas antes de engañarlas para que enviaran fondos a cuentas bajo su control. BEC fue el segundo tipo de delito cibernético con mayor recaudación en 2023, generando delincuentes más de 2.900 millones de dólares, según cifras del FBI. Mientras tanto, la “falta de pago/falta de entrega” –una categoría que incluye estafas en las que se realiza el pago pero nunca se reciben bienes o servicios– generó a los estafadores casi 310 millones de dólares en el mismo período. Europol afirmó que la sofisticación del grupo no tenía precedentes y añadió que se necesitaba una «investigación multifacética» para resolver el caso.

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