SAN FRANCISCO – Las filas solían extenderse alrededor de la cuadra en la tienda minorista insignia de Apple en Union Square y otras en todo el mundo, con hordas de clientes ansiosos acampando durante días solo para estar entre los primeros en tener en sus manos sus productos más nuevos. Hace una década, el revuelo de Apple parecía imparable cuando la compañía presentó un flujo constante de dispositivos imprescindibles.