La startup estonia de movilidad Bolt ha conseguido una línea de crédito de 220 millones de euros y planea salir a bolsa el próximo año. Este tipo de financiación es una opción de préstamo más flexible, que permite a una empresa retirar y reembolsar fondos según sea necesario, de forma continua. Algo así como una tarjeta de crédito para empresas. La línea de crédito proporciona a Bolt «flexibilidad adicional mientras trabajamos para estar listos para la IPO», dijo el director ejecutivo y fundador Markus Villig en un comunicado. Los prestamistas incluyen Barclays, Deutsche Bank, Goldman Sachs y JPMorgan. El dinero complementa la «sólida posición de efectivo» de Bolt y «fortalece su perfil de liquidez», dijo la compañía. El <3 de la tecnología de la UELos últimos rumores de la escena tecnológica de la UE, una historia de nuestro sabio fundador Boris y algo de arte de IA cuestionable. Es gratis, todas las semanas, en tu bandeja de entrada. ¡Regístrese ahora! Además de su servicio de transporte compartido, Bolt ofrece entrega de alimentos, alquiler de automóviles, así como uso compartido de scooters eléctricos y bicicletas eléctricas sin base. El año pasado, la startup comenzó a repartir alimentos utilizando robots autónomos en su ciudad natal de Tallin. Villig lanzó Bolt en 2013 con sólo 3.000 euros en el bolsillo y sólo unas pocas docenas de conductores utilizando la aplicación de transporte. La empresa vale ahora más de 7.000 millones de euros. Afirma haber inscrito a más de 3 millones de conductores y cuenta con 150 millones de clientes en 45 países. Parte del éxito de Bolt es que sus tarifas son generalmente más baratas que las de su rival Uber. Sin embargo, el gigante estadounidense representa el 25% de todos los viajes en taxi y en taxi en todo el mundo. La participación de Bolt se estima en alrededor del 5%. Una oferta pública inicial podría darle a Bolt la inyección de efectivo que necesita para recuperar algunos clientes de la competencia. Sin embargo, si tenemos en cuenta la terrible salida a bolsa de Uber en 2019, Bolt puede tener dificultades para convencer a los inversores de que los viajes compartidos y la entrega de alimentos siguen siendo los productos de moda que solían ser.