Una reciente sacudida de gestión en Xiaoyuzhou, una plataforma de podcast china líder, ha provocado preocupaciones más amplias sobre la sostenibilidad de la industria de los podcasts del país. Tres ejecutivos clave, incluido el COO Chen Linfeng, el jefe de contenido Ouli, y el jefe de negocios Xiaofu, renunciaron en masa. La compañía confirmó las salidas, afirmando que «comprende y respeta sus elecciones». Estos ejecutivos fueron fundamentales para construir el negocio de Xiaoyuzhou desde cero. Según los informes, su salida, precedida por la llegada de un nuevo vicepresidente senior con opiniones estratégicas diferentes, destaca una tensión creciente dentro de la industria: el choque entre los orígenes idealistas y las duras realidades de la expansión comercial. En el corazón del problema hay una incapacidad generalizada para monetizar el contenido de manera efectiva. El dilema de la monetización de la industria fue ilustrado de manera marcada por el caso de «Buheshiyi», un podcast de primer nivel con casi 500,000 suscriptores. El programa reveló que durante un período reciente de nueve meses, sus ingresos netos fueron de aproximadamente RMB 130,000 (aproximadamente $ 18,000 USD), después de tener en cuenta los costos de producción. Esta cifra es sorprendentemente baja para un programa considerado entre los más exitosos en el espacio. Las principales fuentes de ingresos para los podcasts chinos son la publicidad de marca y las suscripciones pagas. Ambos enfrentan desafíos significativos. Según Statista, se proyecta que el mercado de publicidad de podcast de China alcance los $ 479.1 millones en 2025, una mera fracción de los ingresos generados por las plataformas de videos cortos. El problema fundamental es un desajuste entre el medio y las demandas del mercado. Los podcasts son inherentemente un «medio lento»: profundo, largo y a menudo consumido pasivamente durante los viajes o tareas. Esto contrasta fuertemente con las métricas de conversión instantánea que la mayoría de los anunciantes buscan. Además, la producción es intensiva en el tiempo. Un informe de la industria de 2024 de JustPod descubrió que el creador promedio pasa casi 13 horas produciendo un solo episodio. Sin embargo, esta alta entrada rara vez produce altos rendimientos. Según el informe, el modelo de suscripción pagado es un desafío. Solo el 24.6% de los creadores experimentados se han aventurado en contenido pagado. En consecuencia, casi el 80% de los creadores de podcast trabajan a tiempo parcial, creando un círculo vicioso: la baja monetización evita el compromiso de tiempo completo, lo que puede limitar la calidad del contenido y el crecimiento de la audiencia, a su vez disuadir a los anunciantes. En busca de una solución, las plataformas están experimentando con podcasts de video o «vodcasts». Las principales plataformas chinas como Bilibili y Ximalaya están lanzando iniciativas para apoyar a los creadores que agregan un componente visual a sus programas. La lógica es clara: el video tiene un ecosistema comercial maduro con rutas probadas para ingresos publicitarios, patrocinios y comercio electrónico. Los datos tempranos sugieren potencial. Bilibili reportó 25.9 mil millones de minutos de tiempo para el contenido de podcast de video a principios de 2024 sin un gran esfuerzo promocional. Sin embargo, este cambio plantea preguntas existenciales. Agregar video transforma la experiencia de un medio acompañable de fondo en uno que exige atención visual. Los costos de producción y los conjuntos de habilidades cambian drásticamente, lo que requiere experiencia en iluminación, filmación y edición visual. Los críticos se preocupan de que en la búsqueda de imágenes e ingresos, los podcasts corren el riesgo de perder su identidad central: profundidad, intimidad y confianza, y simplemente se conviertan en otro formato de video concurrido y de longitud media. Relacionado