Nuestras vidas se basan cada vez más en datos. Nuestros teléfonos monitorean nuestro tiempo y uso de Internet y las encuestas en línea disciernen nuestras opiniones y gustos. Estas recopilaciones de datos se utilizan para decirnos qué tan bien hemos dormido o qué nos gustaría comprar. Los números se están volviendo más importantes para la vida cotidiana, pero las habilidades numéricas de las personas se están quedando atrás. Por ejemplo, el porcentaje de escolares del año 12 en Australia ta

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