Uno de los debates entre iOS y Android es cómo, cuando se trata de actualizaciones de software, el enfoque fluido de Apple “supera” el panorama más fragmentado de Android. Las prácticas de actualización de Apple son encomiables e impresionantes, especialmente si se consideran los millones de iPhones que existen, pero al mismo tiempo, tal vez este sea un debate que no tenga tanto peso entre los usuarios de Android. Este es el por qué. Se trata de personalización. Sin lugar a dudas, Apple sobresale en la entrega de actualizaciones de software oportunas para todo su ecosistema. Si la última versión de iOS se lanza hoy, Apple ni siquiera necesita pedir a sus usuarios que actualicen, ya que muchos se apresurarán a actualizar lo más rápido posible. Esto garantiza que los usuarios de iOS reciban las últimas funciones y parches de seguridad en el momento en que estén disponibles. Sin embargo, el precio de este enfoque es la personalización. El proceso de actualización de Android puede retrasarse, pero gracias a su naturaleza de código abierto, permite un grado incomparable de flexibilidad y personalización. Uno de los puntos fuertes de Android es la capacidad de los usuarios de adaptar sus dispositivos a sus preferencias exactas. Desde modificar la interfaz de usuario hasta instalar aplicaciones de terceros fuera de iOS Play Store, las opciones de personalización son prácticamente infinitas. Esto se puede llevar aún más lejos con ROM personalizadas. Estas ROM introducen funcionalidades y características que no forman parte de Android. De hecho, ha habido algunos casos en los que Google “tomó prestadas” algunas funciones de la ROM y las convirtió en parte de Android. No a todos les molesta La realidad es que no todas las funciones introducidas en las actualizaciones de Android serán utilizadas por todos los usuarios. Si bien las nuevas funciones son interesantes, si no encajan en nuestra rutina diaria, es posible que no existan. Hablando con amigos y familiares, parece que la falta de actualizaciones no les molesta mucho. Algunos también han señalado que, si bien les gustaría recibir las últimas actualizaciones, las aplicaciones de terceros ya les permiten lograr lo que quieren hacer desde sus teléfonos. Algunos de ellos son conscientes de que hay una nueva versión disponible. Es posible que se pierdan funciones como temas del sistema operativo o PiP, pero como sus dispositivos no son elegibles, realmente no hay mucho que puedan hacer. En base a esto, se siente que la velocidad de las actualizaciones se vuelve menos importante frente al impacto real en el usuario. Las actualizaciones siguen siendo importantes Sin embargo, es importante tener en cuenta que las actualizaciones siguen siendo importantes. Por ejemplo, los parches de seguridad ayudan a prevenir la explotación de malware y fallas de seguridad. Las actualizaciones también son importantes ya que pueden ofrecer mejoras generales. Por ejemplo, las actualizaciones pueden perfeccionar características y funciones existentes. Animaciones más fluidas, medidas de seguridad mejoradas, opciones de accesibilidad mejoradas y administración optimizada de la batería son solo algunos ejemplos. A veces, las actualizaciones no se refieren necesariamente a nuevas funciones sofisticadas que ves todos los días, sino a las cosas que hace detrás de escena. Conclusión Al final del día, la fragmentación percibida de Android no es necesariamente algo malo. Claro, puede ser molesto ver que otros teléfonos Android obtienen la última actualización de software mientras tú estás atascado en una versión anterior durante meses. Pero al mismo tiempo, los usuarios de Android tienen innumerables formas de personalizar y hacer que sus dispositivos sean realmente suyos. Esto significa que incluso si las actualizaciones son lentas, o si sus dispositivos ya ni siquiera son elegibles para recibir actualizaciones, no es el fin del mundo.

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