La IA pública como alternativa a la IA corporativa Este miniensayo fue mi contribución a una mesa redonda sobre poder y gobernanza en la era de la IA. No es nada que no haya dicho aquí antes, pero para cualquiera que no haya leído mis ensayos más extensos sobre el tema, es una introducción más breve. El control cada vez más centralizado de la IA es una señal ominosa. Cuando los multimillonarios y las corporaciones tecnológicas dirigen la IA, obtenemos una IA que tiende a reflejar los intereses de los multimillonarios y las corporaciones tecnológicas, en lugar de los intereses del público. Dado lo transformadora que será esta tecnología para el mundo, esto es un problema. Para beneficiar a la sociedad en su conjunto necesitamos una opción pública de IA (no para reemplazar la IA corporativa sino para que sirva como contrapeso), así como instituciones democráticas más fuertes para gobernar toda la IA. Al igual que las carreteras públicas y el sistema postal federal, una opción pública de IA podría garantizar el acceso universal a esta tecnología transformadora y establecer un estándar implícito que los servicios privados deben superar para competir. Modelos públicos e infraestructura informática ampliamente disponibles producirían numerosos beneficios para Estados Unidos y la sociedad en general. Proporcionarían un mecanismo para la aportación y supervisión del público sobre las cuestiones éticas críticas que enfrenta el desarrollo de la IA, como por ejemplo si se deben incorporar obras protegidas por derechos de autor en la capacitación de modelos, y cómo hacerlo, cómo distribuir el acceso a usuarios privados cuando la demanda podría superar la capacidad de computación en la nube, y cómo acceso de licencia para aplicaciones sensibles que van desde uso policial hasta uso médico. Esto serviría como una plataforma abierta para la innovación, sobre la cual los investigadores y las pequeñas empresas (así como las megacorporaciones) podrían crear aplicaciones y experimentar. Administrada por una agencia transparente y responsable, una IA pública ofrecería mayores garantías sobre la disponibilidad, la equidad y la sostenibilidad de la tecnología de IA para toda la sociedad que el desarrollo de IA exclusivamente privado. Los modelos de IA de fundaciones financiadas con fondos federales se proporcionarían como un servicio público, similar a una opción pública de atención médica. No eliminarían oportunidades para los modelos de fundaciones privadas, pero podrían ofrecer una base de precio, calidad y prácticas de desarrollo ético que los actores corporativos tendrían que igualar o superar para competir. La pieza clave del ecosistema que el gobierno dictaría al crear una opción pública de IA serían las decisiones de diseño involucradas en el entrenamiento y la implementación de modelos básicos de IA. Ésta es el área donde la transparencia, la supervisión política y la participación pública pueden, en principio, garantizar resultados más alineados democráticamente que un mercado privado no regulado. La necesidad de una administración tan competente y fiel no es exclusiva de la IA, y no es un problema que podamos esperar que la IA resuelva. Los responsables políticos serios de ambos partidos deberían reconocer el imperativo de que los líderes de interés público arrebaten el control del futuro de la IA a titanes corporativos que no rinden cuentas. No necesitamos reinventar nuestra democracia para la IA, pero sí renovarla y revitalizarla para ofrecer una alternativa eficaz al control corporativo que podría erosionar nuestra democracia. Etiquetas: inteligencia artificial, LLM Publicado el 21 de marzo de 2024 a las 7:03 a. m. • 19 comentarios

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