Las baterías de litio que consideramos no aptas para usar en vehículos eléctricos aún pueden contener grandes cantidades de litio puro y utilizable que podríamos recuperar y reutilizar, un suministro potencialmente consistente y generoso que no estamos tratando lo suficiente de aprovechar, sugiere un nuevo estudio. En un estudio publicado el 14 de agosto en el Journal of Environmental Management, los investigadores de la Universidad Edith Cowan (ECU) en Australia argumentan que aprovechar el litio sobrante en las baterías usadas podría alimentar una alternativa pragmática y sostenible a la minería de litio. Sorprendentemente, las baterías de litio que terminan en vertederos retienen casi el 80% de su capacidad de litio, aún muy utilizable. Además de la clara ventaja ambiental, el reciclaje de las baterías de litio también podría traer una amplia gama de beneficios socioeconómicos, según el documento. El documento, una revisión exhaustiva de la cadena de suministro de litio global, evalúa la eficacia de la extracción de litio de la minería y el reciclaje. La minería sigue siendo el método dominante para la recuperación de litio, pero su impacto ambiental solo debería ser una razón suficiente para eventualmente alejarse de él, explicaron los investigadores en un comunicado. El reciclaje, por el contrario, podría ofrecer mucho más explosión por nuestro dinero. Primero, los procesos de reciclaje producen alrededor del 61% menos de carbono que la minería al tiempo que usan 83% menos de energía y 79% menos de agua. «Al reciclar estas baterías, puede acceder no solo al litio restante, que ya está purificado a cerca del 99 por ciento, sino que también puede recuperar el níquel y el cobalto de estas baterías», agregó Asad Ali, autor principal de estudio y un estudiante postdoctoral en ECU, en la declaración. Idealmente, tales instalaciones de reciclaje no serían tan exigentes en el entorno natural como la minería, dijo. Una vez más, tenemos demasiadas baterías inactivas por ahí, señalaron los investigadores, y se espera que ese suministro solo crezca. Se prevé que el mercado global de baterías de iones de litio crecerá a una tasa anual del 13%, y se nos proyecta que consumamos aproximadamente 1,600 kilotones de litio para 2026. Solo en Australia, donde se encuentran los investigadores, un informe del gobierno estima que los desechos de la batería de litio podrían ascender a 137,000 toneladas cada año. Con las inversiones correctas en infraestructura, aprovechar este recurso podría crear un nuevo nicho rentable en el sector energético, dijo la coautora del estudio Sadia Afrin, también estudiante postdoctoral en ECU. Pero es un área que tendrá que crecer junto con los avances tecnológicos de las industrias que dependen del litio, agregó.
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