La sonrisa descarada era una marca registrada de Ingham. Ahora se conoce la noticia. Tras una breve enfermedad, falleció Francis Ingham, director general de la PRCA y director ejecutivo de la Organización Internacional de Consultoría en Comunicaciones (ICCO). Conociendo a Francisco, estaría encantado con todos los elogios que ha recibido en línea. Y siempre le ha encantado aparecer en los titulares, ya sea ahora o con la expulsión de Bell Pottinger o sus comentarios sobre Ucrania y Rusia. Francisco sería el primero en admitir que no era un santo. En muchos sentidos, fue una figura polarizadora. O lo amabas o no, pero no tendrías una opinión sobre él. Lo que Francisco tenía a raudales era energía y fe en su misión. Quería hacer de la PRCA la asociación de comunicaciones más importante del mundo. Expandió la PRCA a Oriente Medio, el Sudeste Asiático y América del Sur. Nunca rehuiría hablar con nadie ni convertir a un enemigo en amigo. Así nos conocimos. Criticé a la PRCA por cómo habían entrado en el Golfo. Francis podría haber hecho lo que hizo su presidente regional y quejarse ante mi entonces presidente en MEPRA. En cambio, Francis se acercó, me llamó y me preguntó cómo podíamos colaborar. Su capacidad para lograr que la gente aceptara lo que hacía distinguía a Francisco (especialmente durante el almuerzo o la cena con una botella de tinto). Pero también podría ser mordaz. Conocí a muchos que, en mi opinión incorrectamente, lo culparon por la caída de Bell Pottinger cuando los expulsó de la PRCA por el escándalo de su trabajo en Sudáfrica. Francisco se vio desbaratado por sus propios comentarios sobre Ucrania y Rusia. Al expresar sus puntos de vista sobre la industria y sus tratos con Rusia, puso en marcha un proceso que lo pondría bajo investigación por parte de la junta de la PRCA. La última vez que hablé con Francis fue una experiencia típica de Ingham. Me llamó para contarme un problema que tenía con una nominación a un premio y lo convirtió en una conversación sobre cómo podía apoyarlo con sus propios problemas. Por todo lo que se ha dicho sobre él, un hecho es innegable. Durante 15 años ha convertido la PRCA en un movimiento global. Ese será su legado, mucho más que los titulares y los elogios de los últimos días en las redes sociales. Por mi parte, agradezco a Francisco la atención que prestó a nuestra profesión y el trabajo que realizó para formar y desarrollar a innumerables comunicadores. Levantamos una copa por ti, Francisco.

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