Los líderes empresariales siguen entrando en pánico ante la percepción de una falta de habilidades en inteligencia artificial. Según datos de Salesforce, sólo uno de cada 10 trabajadores globales tiene las llamadas «habilidades de IA en demanda». Esta preocupación se refleja entre la alta dirección: Deloitte encontró que el 68% de los ejecutivos reportan una brecha de habilidades de IA de moderada a extrema. De hecho, la frase “habilidades de IA” es un nombre inapropiado y los ejecutivos harían bien en evitar hablar a ciegas de ello. En cambio, los líderes deberían centrarse en cómo los humanos pueden gestionar y trabajar junto con las herramientas de IA. Después de todo, la IA es como cualquier otra tecnología: debemos aprender a integrarla en nuestras vidas. En la práctica, sólo una pequeña proporción de los empleados llegará a construir IA y escribir código. Seguramente seguirán necesitando altos niveles de habilidades técnicas. Pero ¿qué pasa con el resto de nosotros? La realidad es que la mayoría de los empleados pronto utilizarán la IA para aumentar, no reemplazar, nuestra toma de decisiones y mejorar la productividad. La brecha de habilidades en IA se malinterpreta. Esto es en lo que deberían pensar los líderes empresariales. 1. Da un paso atrás para avanzar Conferencia TNW, del 20 al 21 de junio: 90% de las entradas AGOTADAS. Cese todas las oportunidades de networking: mesas redondas, clases magistrales, recorridos tecnológicos, 1:1… ¡Última oportunidad para reservar antes de que se acabe! la brecha de habilidades no se trata de enseñar a su personal a construir modelos de IA en masa. Más bien, se trata de educar a su empresa precisamente sobre qué problemas la IA es buena para resolver. Tomemos las implicaciones de la revolución industrial. Imagínese que es un granjero que utiliza un arado tirado por caballos. De repente, llega el motor de combustión. Ignorar esta innovación sería ridículo. Las ganancias de productividad son enormes, por lo que el agricultor necesita mejorar sus habilidades. Sin embargo, no es necesario que se conviertan de la noche a la mañana en diseñadores o ingenieros de motores de combustión. El siguiente paso lógico para el agricultor es aprender a operar y mantener motores de combustión, elaborar estrategias para arar la tierra con esta herramienta y comprender las nuevas oportunidades. Lo mismo ocurre con la IA. No siempre se trata de adquirir o desarrollar habilidades técnicas per se, sino de adaptarse a las habilidades que la IA revela que son necesarias. Siempre habrá personas que se especialicen en crear algoritmos de inteligencia artificial, al igual que hubo personas que construyeron motores de combustión. Pero para la mayoría de nosotros, se trata de entender cómo aprovechar la IA de manera efectiva en nuestras tareas diarias. 2. Habilidades de IA de ‘ingeniería inversa’ Muchos líderes empresariales carecen de visibilidad sobre cómo funcionan realmente sus operaciones y luchan por comprender la intrincada red de dependencias entre sus procesos. Esto los deja jugando a las adivinanzas: tratando de identificar cuáles y dónde están los problemas, preguntándose si sus decisiones son correctas y descubriendo por qué las acciones no se traducen en los resultados que esperan. Para transformar con éxito una empresa con IA y comprender cómo puede complementar las habilidades de su equipo, necesita hacer algunas cosas bien. En primer lugar, las soluciones de IA deben diseñarse para partir de los resultados empresariales y centrarse en las decisiones que los impulsan. En segundo lugar, la IA debe integrarse en los procesos dirigidos por personas de una manera que las empodere y fomente la confianza. En otras palabras, tiene que estar centrado en el ser humano. En tercer lugar, las empresas deben reimaginar todo el proceso conectando soluciones de IA que sean individualmente valiosas y colectivamente transformadoras. 3. Priorizar el pensamiento transformacional ¿Alguien recuerda el clásico videojuego de simulación SimCity? Te pone a cargo de administrar y expandir ciudades, y de tomar decisiones sobre si construir un nuevo parque u hospital. Fundamentalmente, SimCity te permite rastrear, pronosticar y medir exactamente cómo esas decisiones impactan la ciudad que estás administrando. Fue fascinante jugar porque podías ver directamente la causa y el efecto entre tus decisiones y los resultados que generaban. Ahora imagina tener un equivalente de SimCity para administrar tu negocio. Imagine poder tomar decisiones, asignar recursos, probar escenarios y ver cómo afectan el rendimiento antes de comenzar a realizar cambios. Afortunadamente, los líderes ya no necesitan imaginar esto, ya que la IA puede hacerlo por usted hoy. Poner este tipo de poder en manos de los empleados es lo que parece una verdadera mejora de las habilidades en IA; herramientas que permiten a los empleados analizar su negocio, anticipar el futuro y tomar decisiones informadas basadas en lo que está por suceder. En un futuro próximo, el personal necesitará mejorar sus habilidades en el uso de este tipo de herramientas. 4. Aprovechar las fortalezas de la IA y al mismo tiempo fomentar las capacidades humanas Imagine los dos extremos del espectro de la IA. Por un lado, tienes cosas en las que la IA sobresale. Por el otro, cosas con las que tiene dificultades. Por ejemplo, la IA es fantástica para extraer información a partir de datos. Pero cuando se trata de tomar decisiones complejas, los humanos siguen siendo muy superiores. La IA es buena para redactar mensajes, pero no puede crear conexiones humanas. La IA es excepcionalmente buena para detectar patrones en entornos ricos en datos; pero, en una nueva situación (un nuevo contexto en el que no hay datos anteriores en los que basar los resultados), fracasará. Como individuos, debemos comprender dónde destaca la IA para poder aprovecharla y ser más productivos. Al mismo tiempo, debemos redoblar el esfuerzo para centrarnos en el desarrollo de habilidades en áreas donde la IA no es eficaz, como fomentar las conexiones humanas y navegar en nuevos contextos y la toma de decisiones complejas. Se trata de lograr un equilibrio: adoptar la IA como una herramienta poderosa en nuestro arsenal y al mismo tiempo fomentar las capacidades exclusivamente humanas que nos diferencian. 5. Pregúntate: ¿Qué agricultor quieres ser? En la era de la IA, tanto las personas como las organizaciones pueden prosperar adoptando la IA. Las personas deben centrarse en aumentar sus habilidades con la IA, mientras que las organizaciones deben integrarla en su negocio principal, eligiendo una IA que esté centrada en el ser humano, esté conectada y mejore la toma de decisiones. En mi misión de volver a encarrilar la conversación sobre las habilidades de IA, la diferencia entre una empresa exitosa y una fracasada será si son capaces de trabajar en un mundo híbrido donde los humanos y las máquinas trabajan juntos de manera continua y armoniosa. Volviendo a nuestra historia del granjero. Sabemos por la historia cómo se desarrolló: aquellos que se quedaron con el caballo estuvieron bien por un tiempo, pero aquellos que adoptaron el motor de combustión descubrieron que podían transformar su papel exponencialmente. Por tanto, la pregunta que hoy se plantean los líderes empresariales es sencilla: ¿qué agricultor quieren ser? La Dra. Angie Ma es cofundadora de Faculty, una empresa que crea soluciones empresariales de inteligencia artificial personalizadas. Ma fundó Faculty con el Dr. Marc Warner y Andy Brookes en 2014. La empresa con sede en Londres comenzó como una beca para ayudar a los graduados de doctorado y maestría en STEM a pasar del mundo académico a una carrera en ciencia de datos.