Varios países europeos están apostando por el software de código abierto para su tecnología. En Estados Unidos, no tanto. En las últimas noticias del otro lado del Atlántico, Suiza ha dado un gran paso adelante con su «Ley Federal sobre el Uso de Medios Electrónicos para el Cumplimiento de Tareas Gubernamentales» (EMBAG). Esta legislación pionera ordena el uso de software de código abierto (OSS) en el sector público. Esta nueva ley exige que todos los organismos públicos revelen el código fuente del software desarrollado por o para ellos, a menos que los derechos de terceros o las preocupaciones de seguridad lo impidan. Este enfoque de «dinero público, código público» tiene como objetivo mejorar la transparencia, la seguridad y la eficiencia de las operaciones gubernamentales. Además: El estado alemán abandona Microsoft por Linux y LibreOfficeDar este paso no fue fácil. Comenzó en 2011 cuando el Tribunal Supremo Federal suizo publicó su solicitud judicial, Open Justitia, bajo una licencia OSS. La empresa de software legal propietario Weblaw no estaba contenta con esto. Hubo acaloradas luchas políticas y legales durante más de una década. Finalmente, la EMBAG se aprobó en 2023. Ahora, la ley no solo permite la publicación de OSS por parte del gobierno suizo o sus contratistas, sino que también exige que el código se publique bajo una licencia de código abierto «a menos que los derechos de terceros o razones relacionadas con la seguridad lo excluyan o restrinjan». El profesor Dr. Matthias Stürmer, director del Instituto de Transformación del Sector Público de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna, lideró la lucha por esta ley. La elogió como «una gran oportunidad para el gobierno, la industria de TI y la sociedad». Stürmer cree que todos se beneficiarán de esta regulación, ya que reduce la dependencia de proveedores para el sector público, permite a las empresas expandir sus soluciones comerciales digitales y potencialmente conduce a una reducción de los costos de TI y a una mejora de los servicios para los contribuyentes. Además de obligar al OSS, la EMBAG también requiere la publicación de datos gubernamentales no personales y no sensibles a la seguridad como Datos Gubernamentales Abiertos (OGD). Este enfoque dual «abierto por defecto» marca un cambio paradigmático significativo hacia una mayor apertura y reutilización práctica de software y datos. Se espera que la implementación de EMBAG sirva como modelo para otros países que estén considerando medidas similares. Su objetivo es promover la soberanía digital y fomentar la innovación y la colaboración dentro del sector público. Además: ¿Por qué no hay más gente que use Linux de escritorio? Tengo una teoría que quizás no te gusteLa Oficina Federal de Estadística de Suiza (BFS) está liderando la implementación de la ley. Sin embargo, los aspectos organizativos y financieros de las versiones de OSS aún deben aclararse. Otros países de Europa han apoyado durante mucho tiempo el código abierto. Por ejemplo, en 2023, el presidente francés Macron declaró: «Nos encanta el código abierto», y la Gendarmería Nacional de Francia (piensa en el FBI si eres estadounidense) usa Linux en sus PC. La Unión Europea (UE) ha trabajado durante mucho tiempo en la seguridad del OSS a través del proyecto de Auditoría de Software Libre y de Código Abierto de la UE (FOSSA). No todo es vino y rosas en la UE. Existe cierta preocupación por la posibilidad de que la Comisión Europea recorte la financiación del NGI Zero Commons Fund, una importante fuente de financiación para proyectos de código abierto. En Estados Unidos, hay cierto apoyo al código abierto, pero no tanto como en el caso de nuestros primos europeos. La Política Federal de Código Fuente, por ejemplo, exige que las agencias federales publiquen al menos el 20% del nuevo código desarrollado a medida como software de código abierto. Sin embargo, no obliga a utilizar código abierto. Además: ¿Necesita un antivirus para Linux? De manera similar, la Administración de Servicios Generales (GSA) tiene una Política de Código Abierto que exige que las organizaciones de la GSA rindan cuentas y publiquen su código de código abierto. Esta política promueve un enfoque de «primero lo abierto» para el desarrollo de nuevo código personalizado. Por lo tanto, si bien esta medida legislativa coloca a Suiza a la vanguardia del movimiento global de código abierto, es necesario hacer más trabajo tanto en Europa como en Estados Unidos.