Las directrices describen las prácticas voluntarias que los desarrolladores pueden adoptar al diseñar y construir su modelo para protegerlo contra un uso indebido que cause daño deliberado a las personas, la seguridad pública y la seguridad nacional. El borrador ofrece siete enfoques clave para mitigar los riesgos de que los modelos se utilicen indebidamente, junto con recomendaciones sobre cómo implementarlos y cómo ser transparentes en su implementación. “En conjunto, estas prácticas pueden ayudar a evitar que los modelos permitan causar daño a través de actividades como el desarrollo de armas biológicas, la realización de operaciones cibernéticas ofensivas y la generación de material de abuso sexual infantil e imágenes íntimas no consensuadas”, dijo el NIST, añadiendo que estaba aceptando comentarios sobre el borrador hasta el 9 de septiembre.