El espacio ha sido descrito de diversas maneras evocadoras en la cultura popular, reflejando su inmensidad y potencial para el descubrimiento. Pero, a medida que la industrialización del espacio comienza a convertirse en una realidad, Escocia se encuentra a la vanguardia de un sector floreciente. Como líder mundial en la fabricación de CubeSats (una clase de satélites pequeños), respaldado por una rica historia de desarrollo tecnológico en el sector, Escocia ya está liderando el camino en la producción de hardware y aplicaciones espaciales. La combinación única de innovación, ambición y la geografía adecuada de la nación significa que está bien posicionada para aprovechar las oportunidades comerciales del sector. Desde el diseño, la logística y la fabricación hasta el lanzamiento, la supervisión y el análisis de datos, Escocia es actualmente el único país de Europa con la capacidad de proporcionar un servicio espacial de extremo a extremo. Y con el desarrollo de capacidades de lanzamiento, está bien encaminado para ser considerado un actor clave. A medida que la nación sube más alto en la escalera espacial global, está preparada para llamar la atención de los inversores, de hecho ya lo está haciendo. Pero en esta industria crítica, donde el riesgo cibernético es alto, los inversores cada vez más consideran los niveles de ciberseguridad y resiliencia como un factor clave en su proceso de toma de decisiones. Por lo tanto, en la carrera por ser el número uno, es vital que podamos crear un entorno seguro y sólido que sea atractivo para los inversores extranjeros y que ayude a impulsar el desarrollo del sector. Para las organizaciones involucradas en cualquier aspecto del proceso de gestión de vuelos y activos, el ciberespacio es un riesgo claramente definido y los controles regulatorios son un área importante de enfoque. Pero al avanzar a lo largo de la cadena de suministro hacia organizaciones más pequeñas y menos maduras, los controles regulatorios pueden ser indefinidos y el enfoque en la ciberseguridad desestructurado. Los protocolos cibernéticos inconsistentes en todo el sector pueden crear eslabones débiles en la cadena de suministro. Y, como sabemos, el impacto de un incidente cibernético en cualquier parte de la línea de producción podría tener un efecto dominó potencialmente enorme para el funcionamiento y la reputación de todo el sector. Con Glasgow y Edimburgo convirtiéndose rápidamente en líderes en fabricación de satélites pequeños y datos espaciales, no hay duda de que el país ya está superando sus expectativas. De hecho, la reciente financiación concedida a la Universidad de Glasgow para hacer habitable la Luna es otro indicador significativo de la ambición del sector. Sin embargo, sin una cadena de suministro segura y resistente, el sector espacial de Escocia sólo puede llegar hasta cierto punto. Es un círculo vicioso. Cuanto más rápido se desarrolle el sector y más tecnologías disruptivas y propiedad intelectual valiosa se creen, mayor será el riesgo de robo de tecnología. Y, en definitiva, el dinero irá a donde haya crecimiento, pero sólo si se siente seguro. En una industria tan competitiva y basada en datos, la fiabilidad y la funcionalidad son fundamentales. No podemos permitirnos fallos en los lanzamientos, averías en los equipos, infracciones cibernéticas o cualquier otro suceso que pueda impedir el servicio. Un solo suceso de este tipo podría desanimar rápidamente a los nuevos inversores. Para maximizar la oportunidad que tenemos ante nosotros, tenemos que asegurarnos de que nuestro potencial supere al de nuestros competidores. Y aunque no hay una solución milagrosa, hay algunas medidas que las empresas pueden adoptar para convertir a Escocia en un centro espacial seguro y resistente. En primer lugar, debe haber un nivel constante de control regulatorio implementado en toda la industria. Al introducir un estándar de «mejores prácticas para el sector», podemos garantizar que se adopten niveles mínimos de ciberseguridad en los sectores primario y secundario del espacio. En última instancia, esto permitirá que la industria reduzca la inconsistencia de la ciberresiliencia y aborde los eslabones débiles de la cadena de suministro que pueden resultar atractivos para los piratas informáticos. Demostrar las mejores prácticas en todo el sector ayudará a Escocia a mejorar su reputación como un lugar sólido y seguro para las empresas espaciales. Además, si bien la importancia de la ciberresiliencia es ampliamente entendida y Escocia tiene un historial exitoso en la protección de sus sectores contra los ataques cibernéticos, aún puede requerir muchos costos y recursos. En las organizaciones espaciales más pequeñas con una fuerza laboral altamente calificada, el costo operativo puede ser alto cuando se deben asignar recursos para implementar actividades de ciberseguridad. El uso de conocimientos internos específicos puede ahorrar el costo de la subcontratación. Con una importante escasez de habilidades que afecta a todo el sector tecnológico, es importante que la industria y el mundo académico trabajen juntos para garantizar que se enseñen las habilidades cibernéticas básicas desde la edad escolar. Desarrollar mayores habilidades tecnológicas y una sólida comprensión básica de la ciberseguridad en toda la fuerza laboral puede garantizar que Escocia sea sólida y ágil para las generaciones venideras. Al final, el sector espacial mundial seguirá avanzando rápidamente, independientemente de si el sector escocés es capaz de afrontar estas barreras de forma eficaz. Si el país no puede afrontar estos desafíos de frente, no debería sorprendernos que nos quedemos atrás, y sería una oportunidad perdida. David Ferguson es el responsable del desarrollo de datos y cibernética en ScotlandIS, una organización de miembros que defiende y promueve el ecosistema de tecnología digital de Escocia.