Sin embargo, las GPU no son todo eso. Como he señalado aquí muchas veces, las GPU pueden estar sobrediseñando sistemas de IA cuando las CPU mercantilizadas funcionarían perfectamente. De hecho, veo un futuro en el que las GPU no se discutirán en absoluto. En cambio, simplemente se integrarán en arquitecturas de IA. No estoy seguro de por qué nos enfocamos tanto en esa parte de la arquitectura de IA en primer lugar. El potencial de la computación cuántica La computación cuántica, aunque prometedora, todavía se encuentra principalmente en el ámbito del potencial futuro. La industria está dando pasos hacia qubits más avanzados y una mayor estabilidad. Sin embargo, la utilidad práctica de estos avances sigue siendo algo incierto para muchas organizaciones. Este cronograma, junto con la pronunciada curva de aprendizaje y la inversión requerida, ha posicionado a la computación cuántica como una tecnología de evolución más lenta en comparación con la IA. Además, las ofertas cuánticas actuales, a las que a menudo se accede a través de plataformas en la nube, todavía son principalmente experimentales. Requieren conocimientos especializados para aprovecharlas de manera efectiva, mientras que las GPU integradas en los servicios en la nube se pueden usar fácilmente para escalar las operaciones de IA existentes con barreras de entrada relativamente menores.