Sea cual sea la forma que adopten, las plataformas internas optimizadas son claramente una dirección para la infraestructura en la nube. “De la misma manera que los desarrolladores de hoy ya no piensan en servidores individuales, centros de datos o sistemas operativos, nos estamos acercando a una época en la que pueden dejar de preocuparse por las capacidades y dependencias de sus aplicaciones”, afirma Liam Randall, director ejecutivo de Cosmonic. “Así como esperan que las nubes públicas de hoy mantengan sus centros de datos, los desarrolladores también quieren que sus dependencias de aplicaciones comunes sean mantenidas por sus plataformas”. Según Randall, WebAssembly marcará el comienzo de la siguiente fase de abstracción de software y una nueva era más allá de la contenedorización. “Las aplicaciones componentizadas [based on the WebAssembly Component Model] son compatibles con conceptos de ecosistemas de contenedores como la malla de servicios, Kubernetes e incluso los propios contenedores, pero no dependen de ellos”, dice Randall. Los componentes resuelven el problema del arranque en frío, son más pequeños que los contenedores, son más seguros y se pueden componer en todos los límites de lenguajes y marcos de lenguajes, dice. Llevando la virtualización a los clústeres de Kubernetes Otra área en evolución es la virtualización interna de Kubernetes. “El mismo paradigma que impulsó la virtualización de hardware para servidores Linux ahora se está aplicando a Kubernetes”, dice Lukas Gentele, CEO y cofundador de Loft Labs. Una razón es abordar los costos de la computación en la nube, que siguen aumentando con las cargas de trabajo de IA y aprendizaje automático. En estos escenarios, “el uso compartido y la asignación dinámica de recursos informáticos es más importante que nunca”, dice.