La socialista española Teresa Ribera reemplazará a Margrethe Vestager como jefa antimonopolio de la UE, aportando un nuevo enfoque a la competencia en la región. Si es confirmada por el Parlamento Europeo, trabajará bajo la dirección de la recientemente reelegida presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien la eligió como parte de un nuevo equipo. Ribera tiene una larga trayectoria política en el ámbito climático, actuando como directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales entre 2014 y 2018, antes de trabajar como ministra de Transición Ecológica de España. En este último cargo, Ribera eliminó un impuesto a la energía solar para reducir los costos de la electricidad y aumentar la energía sostenible. También acordó una tarifa de 250 millones de euros para cerrar minas manteniendo el nivel de vida de los trabajadores. Si bien su nuevo cargo se centra en el cambio climático y los esfuerzos de sostenibilidad, ahora también prepara a Ribera para enfrentarse a algunos grandes nombres del sector tecnológico como líder de competencia de la comisión. Margrethe Vestager ha desempeñado el cargo hasta este momento y ha hecho mucho para dar forma a la competencia en Europa; ahora parece que Ribera asumirá el manto. Hay una idea de lo que este papel puede implicar en una ‘Carta de misión’ dirigida a Ribera por von der Leyen, en la que se le otorga formalmente la responsabilidad sobre la «cartera de competencia». Reciba nuestras últimas noticias, actualizaciones de la industria, recursos destacados y más. «Europa necesita un nuevo enfoque de la política de competencia, uno que apoye más a las empresas que crecen en los mercados globales, permita a las empresas y consumidores europeos cosechar todos los beneficios de una competencia efectiva y esté mejor orientado a nuestros objetivos comunes», escribió von der Leyen. Von der Leyen habló de fomentar la innovación manteniendo al mismo tiempo un «campo de juego equilibrado», señalando a Ribera en la dirección de una política de competencia que sea justa y flexible. «La política de competencia también debe reflejar la creciente importancia de la resiliencia frente a las amenazas geopolíticas y de otro tipo a las cadenas de suministro», añadió. Ribera heredará un panorama complejo de problemas de competencia cuando asuma el cargo, en particular en el mundo de la tecnología, donde la UE ha tenido que prestar mucha atención a los movimientos de ciertas empresas. Durante el último año, en particular, la UE ha apuntado a Microsoft por sus prácticas anticompetitivas en el espacio de la IA generativa. Los funcionarios europeos han analizado las inversiones de la empresa en OpenAI, Mistral e Inflection. Google también ha sido objeto de investigación, y recientemente la empresa eludió una multa de 1.500 millones de euros por su negocio de publicidad online.