Las amenazas cibernéticas están aumentando más allá de la capacidad colectiva para defenderse de ellas, advirtió el nuevo director del Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC) del Reino Unido, el Dr. Richard Horne. En su primer discurso internacional en la Semana Cibernética Internacional de Singapur, Horne dijo que la creciente dependencia de la tecnología está ampliando la brecha entre las crecientes amenazas a las sociedades, los servicios críticos y las empresas, y la capacidad de defenderse y ser resilientes contra estas amenazas. Reveló que en 2024 el NCSC ya ha respondido a un 50% más de incidentes de importancia a nivel nacional en comparación con el año pasado, así como a un aumento tres veces mayor de incidentes graves. Esta creciente amenaza se ha visto exacerbada por la menor barrera de entrada para cometer ataques cibernéticos, con capacidades que se expanden rápidamente más allá de los estados-nación y los actores con buenos recursos como resultado del mercado del ciberdelito como servicio. “El panorama de amenazas se está volviendo más complejo y los incidentes significativos van en aumento. Para cerrar esta brecha, necesitamos esfuerzos globales coordinados para fortalecer la ciberresiliencia, garantizar que la seguridad esté integrada en la tecnología desde el principio y preparar tanto al sector público como al privado no sólo para defenderse sino también para recuperarse rápidamente de ciberataques destructivos”, comentó Horne. . Lea ahora: Synnovis restaura los sistemas después del ciberataque, pero persiste la escasez de sangre Horne fue anunciado como el nuevo director ejecutivo del NCSC en abril de 2024 después de que Lindy Cameron dimitiera. Asumió formalmente el cargo de la directora ejecutiva interina, Felicity Oswald, en octubre. Se requiere un esfuerzo colectivo para generar resiliencia Horne enfatizó que la colaboración global es esencial para combatir el creciente panorama de amenazas. Señaló las directrices de la Counter Ransomware Initiative (CRI) para evitar realizar pagos de ransomware a principios de octubre como ejemplo de este tipo de colaboración. Las directrices fueron respaldadas por 39 naciones y ocho organismos aseguradores internacionales. Los gobiernos también deben trabajar estrechamente con los fabricantes y desarrolladores de productos digitales para desarrollar una resiliencia cibernética sostenible, garantizando que se adopten principios de seguridad desde el diseño. «La innovación de hoy es el legado del mañana. Las tecnologías innovadoras que estamos construyendo hoy se convertirán en las tecnologías heredadas del mañana. Debemos adoptar un enfoque de gestión del ciclo de vida para garantizar que sigan siendo seguras y resilientes en el futuro», afirmó Horne.