En lo que es oficialmente el último acontecimiento luego de un largo vaivén sobre las disposiciones constitucionales relativas a la neutralidad de la red, el gobierno de EE. UU. votó en contra de permitir que los proveedores de servicios de Internet alteren las velocidades de Internet para los clientes, esencialmente deshaciendo decisiones relevantes aplicadas durante la administración anterior. Básicamente, esto significa que a los operadores como AT&T, Verizon y más no se les prohibirá alterar la velocidad y el rendimiento de los datos de los usuarios. La votación fue aprobada tras una participación de 3-2 con mayoría demócrata. Teniendo esto en cuenta, los partidarios de la neutralidad de la red dicen que protegerá a los consumidores y garantizará la igualdad de condiciones para todos los sitios web; por otro lado, los proveedores de servicios argumentan que las regulaciones sofocan la innovación y la inversión. Con este cambio, la FCC considera los servicios de banda ancha como un recurso de comunicaciones esencial a través de la Ley de Comunicaciones de 1934. Esto le otorga a la FCC el poder de regular Internet de banda ancha de manera similar a los servicios públicos como la energía y el agua. Sin embargo, los comisionados republicanos de la FCC no estaban muy entusiasmados con el nuevo desarrollo: el comisionado de la FCC, Brendan Carr, comenta: “Internet en Estados Unidos ha prosperado en ausencia de la regulación de comando y control de la década de 1930 por parte del gobierno… La FCC no ha identificado ninguna brecha en la seguridad nacional”. Fuente: CNN