El auge de la computación en la nube trajo consigo innovación y nos mostró la necesidad de una planificación estratégica para evitar errores costosos como la “TI en la sombra” (actividades o compras de TI realizadas sin el conocimiento del departamento de TI), que conducían a gastos inesperados y problemas de seguridad. Con el auge de la IA generativa, los líderes de TI pueden aplicar estas lecciones para evitar errores similares con la “IA en la sombra”, el uso descontrolado de la IA sin una planificación precisa. La IA generativa promete un impacto económico significativo, pero exige una planificación estratégica cuidadosa. Las nubes públicas no pueden ser la opción preferida para la IA; también debe considerar el valor de las implementaciones locales. La mayoría de los fanáticos de la nube ven esto como una blasfemia, pero probablemente ahorrará a muchas empresas millones de dólares durante los próximos años. Los estudios muestran que ejecutar IA en las instalaciones puede ser más rentable que en la nube. Un enfoque local prioriza la seguridad de los datos, la soberanía y la gestión adecuada, evitando posibles problemas como la gravedad de los datos y las costosas reconfiguraciones. Por qué la nube no siempre es la respuesta para la IA La revolución de la computación en la nube anunció una nueva era de innovación, ofreciendo un acceso incomparable a los recursos informáticos y permitiendo la transformación digital a gran escala. Sin embargo, la rápida adopción y la implementación apresurada también dieron como resultado costos crecientes, vulnerabilidades de seguridad y desafíos de gobernanza, todos comunes con la TI en la sombra.