La evolución del software siempre nos toma por sorpresa. Recuerdo haber apostado contra la computadora IBM Deep Blue durante su partida de ajedrez contra el gran maestro Garry Kasparov en 1997, y quedarme atónito cuando la máquina se adjudicó la victoria. Si nos adelantamos hasta hoy, ¿habríamos imaginado hace apenas tres años que un chatbot podría escribir ensayos, gestionar llamadas de atención al cliente e incluso crear anuncios comerciales?