Numerosas aplicaciones no solo utilizan la función de compartir la ubicación para su funcionamiento, sino que también transmiten estos datos con fines publicitarios. Una investigación de la Radiodifusión Bávara y netzpolitik.org ha revelado hasta qué punto es así. Hoy en día, los teléfonos inteligentes son indispensables para casi todo el mundo, pero uno de sus inconvenientes es que son el dispositivo de seguimiento perfecto, ya que recogen datos de los usuarios las 24 horas del día. Si las aplicaciones tienen acceso a datos relevantes, también pueden transmitir esa información sensible a terceros. La Radiodifusión Bávara (BR) y netzpolitik.org han investigado hasta qué punto ocurre esto. A través de Datarade, el equipo de investigación recibió 3.600 millones de datos de ubicación de once millones de identificadores de dispositivos procedentes de teléfonos inteligentes alemanes, según el distribuidor de datos estadounidense Datastream Group. Sin embargo, puede haber solapamientos en los identificadores de dispositivos transmitidos. Es posible que se utilicen varias aplicaciones en un solo teléfono inteligente. Por tanto, no es posible diferenciar con más precisión los datos entregados, pero la cifra sigue siendo sorprendentemente alta. Los datos GPS se obtuvieron de aplicaciones instaladas en los teléfonos inteligentes. Numerosas aplicaciones, como las de citas, navegación o el tiempo, requieren un permiso para acceder a la ubicación. Al mismo tiempo, estos puntos de datos se venden a los comerciantes de datos con fines publicitarios. Los perfiles de movimiento suponen un riesgo para la seguridad Los compradores de datos podrán recibir información precisa sobre los usuarios, que se puede utilizar para crear perfiles de movimiento relativamente precisos. Esto, a su vez, permite sacar conclusiones razonables sobre el estilo de vida del usuario. Estos perfiles pueden ser de interés no solo para los anunciantes, sino también para otras partes con intereses creados. A partir de la información disponible públicamente y del patrón de movimiento, se podría determinar la identidad de un empleado de un servicio de inteligencia alemán, que podría ser cliente de los comerciantes de datos. Por lo tanto, estos datos son relevantes para la seguridad. El conjunto de datos utilizado fue proporcionado por el proveedor como prueba gratuita. Por un pago mensual de 14.000 dólares, se puede mantener actualizado en tiempo real. ¿Es legal este comercio de datos? Parece que el comercio de datos se está llevando a cabo infringiendo los requisitos legales. Aunque muchas aplicaciones requieren permiso para acceder a la ubicación de sus funciones, los usuarios también deben dar su consentimiento para la transferencia de datos con fines publicitarios de acuerdo con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Según los defensores de la privacidad, esto no sucede en la mayoría de los casos. Sin embargo, las autoridades tienen un poder limitado para intervenir en este punto. Desde un punto de vista legal, el operador de la plataforma intermediaria no es culpable. Simplemente se asegura de que compradores y vendedores se encuentren. Teniendo en cuenta que este último tiene su sede fuera de Europa, elude las disposiciones del RGPD. Para los usuarios de aplicaciones, esto significa que están solos. En última instancia, solo tienen dos opciones: o bien abstenerse de usar las aplicaciones respectivas o bien considerar cuidadosamente cuándo permiten permisos de aplicaciones en sus teléfonos inteligentes cuando se trata de compartir la ubicación. ¿Dejas la función de compartir la ubicación activada de forma permanente en tu teléfono inteligente o solo cuando usas una aplicación en particular? ¿Qué otras medidas de seguridad tomas? Háznoslo saber en los comentarios.