El documento titulado “Proceso de manejo de incidentes” proporciona un marco detallado para gestionar y responder a incidentes de ciberseguridad en entornos de red. Aquí hay un resumen completo: Introducción El proceso de manejo de incidentes describe procedimientos claros para identificar, gestionar y resolver incidentes de seguridad dentro de la infraestructura de TI de una organización. El documento distingue entre eventos (acciones generales en un sistema) e incidentes, que son eventos con consecuencias negativas, como robo de datos, acceso no autorizado o infecciones de malware. Cadena de muerte cibernética El documento analiza las siete etapas de un ciberataque conocido como la “Cadena de muerte cibernética”: Reconocimiento: El atacante recopila información sobre el objetivo, utilizando métodos pasivos (redes sociales, anuncios de trabajo) o métodos activos (escaneo de direcciones IP o aplicaciones web). Armamento: El atacante desarrolla malware, haciéndolo liviano e indetectable. Entrega: Se utilizan métodos como correos electrónicos de phishing o dispositivos físicos (p. ej., USB) para entregar el malware al objetivo. Explotación: El malware o la carga útil se activa en el sistema objetivo, lo que permite el acceso del atacante. Instalación: Se utilizan técnicas como droppers, backdoors y rootkits para mantener el control sobre el sistema comprometido. Comando y control: El atacante establece acceso remoto a la máquina comprometida. Acciones: El atacante logra su objetivo, ya sea la exfiltración de datos, la implementación de ransomware o la obtención de más acceso. Descripción general del proceso de manejo de incidentes El manejo de incidentes es un proceso cíclico, dividido en dos actividades principales: Investigación: Identificar al «paciente cero» y rastrear las herramientas o el malware utilizado por el atacante. Esto incluye documentar los sistemas comprometidos y las acciones tomadas. Recuperación: Desarrollar y ejecutar un plan de recuperación para restaurar las operaciones normales. Se emite un informe que detalla la causa, el costo y las lecciones aprendidas del incidente. Etapas del proceso de manejo de incidentes Preparación: Establecer la capacidad de manejo de incidentes de una organización, que incluye: Fortalecimiento de endpoints y servidores. Autenticación multifactor y gestión de acceso privilegiado. Capacitar a la fuerza laboral en conciencia de seguridad. Garantizar manejadores de incidentes capacitados, políticas claras y las herramientas necesarias (por ejemplo, estaciones de trabajo forenses, herramientas de análisis de red, bloqueadores de escritura). Detección y análisis: Monitoreo de la red para detectar amenazas a través de registros, sensores, búsqueda de amenazas y notificaciones de terceros. La detección se clasifica en múltiples capas (perímetro de red, red interna, puntos finales, aplicaciones). La gravedad del incidente se evalúa al comprender el impacto, los sistemas afectados y las posibles consecuencias comerciales. Contención, erradicación y recuperación: Contención: La propagación del incidente se detiene a través de medidas a corto plazo como aislar los sistemas afectados y acciones a largo plazo como aplicar parches y cambiar contraseñas. Erradicación: Eliminar la causa raíz del incidente eliminando malware, reconstruyendo sistemas y asegurando el fortalecimiento del sistema. Recuperación: Los sistemas se restauran a su funcionamiento normal con un monitoreo mejorado para evitar que vuelva a ocurrir. Actividad posterior al incidente: Se crea un informe completo del incidente, detallando la línea de tiempo, el desempeño del equipo y las medidas preventivas para el futuro. Esta etapa también enfatiza la importancia de las lecciones aprendidas para mejorar las estrategias de respuesta futuras. Herramientas y medidas El documento enumera varias herramientas necesarias para manejar incidentes, como: estaciones de trabajo forenses, herramientas de análisis de registros, dispositivos de captura de red y discos duros para imágenes. Se recomiendan bolsas de salto (herramientas de manejo de incidentes preempaquetadas) para una respuesta rápida. Los indicadores de compromiso (IOC), que pueden ser direcciones IP, hashes de archivos o patrones de tráfico de red, juegan un papel vital en la detección e investigación de incidentes. También destaca medidas de protección como DMARC (para bloquear el phishing), estándares de endurecimiento de puntos finales y autenticación multifactor. Comunicación durante incidentes La comunicación sobre un incidente debe mantenerse confidencial y realizarse a través de canales seguros. El documento enfatiza que los adversarios pueden ser internos o pueden tener control sobre los sistemas de comunicación. Ejercicios del equipo púrpura y mejora continua El documento aboga por los ejercicios del «equipo púrpura», donde los equipos rojo (atacantes) y azul (defensores) colaboran para mejorar la seguridad de la organización identificando vulnerabilidades y mejorando las capacidades de detección y respuesta. Este proceso integral de gestión de incidentes garantiza que las organizaciones estén preparadas para prevenir, detectar, responder y recuperarse de los incidentes de seguridad, al tiempo que mejoran continuamente su postura de seguridad.